Bogotá, 27 de abril de 2024. Durante el debate de control político sobre la seguridad en los cerros orientales, se alertó sobre los constantes actos de inseguridad que afectan principalmente a los turistas que frecuentan estos espacios naturales. El concejal de Bogotá, Julián Espinosa, citante del debate, aseguró que durante el 2023 se registraron cerca de 90 hurtos a personas, 3 homicidios y 26 lesiones personales.
“Desde el Concejo de Bogotá hemos identificado el aumento considerable de la actividad delictiva en los Cerros Orientales principalmente las localidades de Usaquén, Chapinero, Santa Fe, San Cristóbal, Rafael Uribe y la localidad de Usme.“ aseguró.
Según la información obtenida de las autoridades, el delito más frecuente en estas localidades es el hurto a personas. En el año 2023 se presentaron 8,458 casos en Usaquén, 14,694 en Chapinero, 8,433 en Santa Fe, 3,830 en San Cristóbal, 3,013 en Usme y 5,347 en Rafael Uribe Uribe.
Para contrarrestar los casos de inseguridad principalmente contra la población que frecuenta los cerros orientales, así como para acompañar la estrategia de cuidado del medio ambiente, el concejal propuso la creación de una Unidad Militar de Seguridad Ambiental y Ciudadana. Esta unidad no solo se ocuparía de los delitos ambientales, sino que también protegería a la población de los delitos comunes.
“Por eso, entendiendo que es necesario garantizar que no haya más loteos de tierras, que no haya quemas en los cerros orientales y que se garantice el turismo ambiental y la sostenibilidad hídrica, estamos proponiendo la creación de la Unidad Militar de Seguridad Ambiental y Ciudadana y esto es la creación de diferentes fuertes al interior de los cerros orientales guiados por la Brigada XIII del ejército en los cuales soldados pernocten y garanticen 24// la seguridad para las personas en los Cerros orientales” aseguró el concejal de la Alianza Verde.
El cabildante recalcó que esta propuesta no se trata de una militarización del terreno, como se hace frecuentemente en algunas zonas del país, sino de una estrategia combinada entre el Ejército, la Policía de Turismo y la Secretaría de Seguridad de Bogotá, para mantener presencia en los cerros orientales.