
El pasado 20 de agosto, el concejal Julián Triana citó a debate de control político, en la Comisión Legal para la Mujer del Cabildo Distrital, para exigir explicaciones sobre el Decreto 293 de 2025, expedido por la administración del alcalde Carlos Fernando Galán, que recorta los horarios de funcionamiento de los establecimientos nocturnos hasta las 3:00 a.m. El concejal advirtió que este decreto contradice la promesa de campaña de una Bogotá 24 horas, además de desconocer acuerdos con los gremios, el Concejo y lo aprobado en el Plan Distrital de Desarrollo.
El concejal señaló que “la norma se expidió sin socialización ni estudios técnicos, violando principios de participación ciudadana y de confianza legítima. Comerciantes e invitados a las reuniones de socialización denunciaron que lo discutido en el marco de Bogotá 24 horas, no corresponde con el decreto finalmente publicado”.
De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Seguridad, los delitos no disminuyeron tras la entrada en vigor de la medida. Por el contrario, en julio de 2025 el hurto a personas pasó de 10.683 casos en junio a 11.406 en julio; los homicidios subieron de 96 a 99; y las lesiones personales aumentaron de 1.666 a 1.808. Asimismo, el Observatorio Económico evidenció que el 54% de los establecimientos encuestados reportaron caída en sus ventas tras la restricción de horarios, afectando gravemente la economía nocturna de la ciudad.
El concejal recordó que el ocio es un derecho humano y que ciudades con vida nocturna activa como el caso de Berlín, Budapest o París, han demostrado que este tipo de políticas generan bienestar, seguridad y cohesión social. Finalmente, Triana solicitó suspender de inmediato el Decreto 293 de 2025, respetar el principio de confianza legítima en las instituciones, garantizar el derecho al trabajo, la libertad de empresa y la participación ciudadana, y reconocer el ocio y la fiesta como derechos y no como problemas. “El derecho al ocio es el derecho a la vida digna. La fiesta es comunidad, es cultura, es resistencia. Y Bogotá, si quiere ser verdaderamente una ciudad viva, debe defenderlos”.
De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Seguridad, los delitos no disminuyeron tras la entrada en vigor de la medida. Por el contrario, en julio de 2025 el hurto a personas pasó de 10.683 casos en junio a 11.406 en julio; los homicidios subieron de 96 a 99; y las lesiones personales aumentaron de 1.666 a 1.808. Asimismo, el Observatorio Económico evidenció que el 54% de los establecimientos encuestados reportaron caída en sus ventas tras la restricción de horarios, afectando gravemente la economía nocturna de la ciudad.
El concejal recordó que el ocio es un derecho humano y que ciudades con vida nocturna activa como el caso de Berlín, Budapest o París, han demostrado que este tipo de políticas generan bienestar, seguridad y cohesión social. Finalmente, Triana solicitó suspender de inmediato el Decreto 293 de 2025, respetar el principio de confianza legítima en las instituciones, garantizar el derecho al trabajo, la libertad de empresa y la participación ciudadana, y reconocer el ocio y la fiesta como derechos y no como problemas. “El derecho al ocio es el derecho a la vida digna. La fiesta es comunidad, es cultura, es resistencia. Y Bogotá, si quiere ser verdaderamente una ciudad viva, debe defenderlos”.